Dos médicos sierraleoneses han muerto de ébola, en un nuevo golpe a la capacidad del país de responder a la mortífera epidemia, mientras que un médico cubano se curó de la enfermedad en Suiza.
Con los decesos se eleva a nueve la cifra de médicos muertos de ébola en el país africano.
El mal se contagia a través del contacto estrecho con los fluidos orgánicos de las personas infectadas o que han muerto de la enfermedad.
De ahí que los trabajadores de la salud corren un gran riesgo de infección y cientos han contraído la enfermedad en esta epidemia.
El doctor Thomas Rogers, del Hospital Connaught en la capital, murió el viernes, informó el jefe del servicio de salud, doctor Brima Kargbo. El mismo día murió el doctor Dauda Koroma, informó Jonathan Abass Kamara, vocero del Ministerio de Salud.
11 médicos
han sido infectados;
uno
se recuperó y
otro
está en tratamiento.
Por su parte, el Hospital Cantonal de Ginebra, que atendió al médico cubano Félix Báez Sarría, que contrajo ébola en Sierra Leona, confirmó hoy que el facultativo se ha curado y viajó a Cuba para reunirse con su familia.
El médico estuvo hospitalizado 16 días en una habitación especial aislada del resto del complejo sanitario y su atención movilizó a medio centenar de profesionales sanitarios voluntarios y entrenados para ello.
Según un comunicado del centro, los últimos análisis realizados esta semana, que fueron confirmados dos veces, indicaron que Báez estaba curado y que por tanto podía abandonar el hospital sin ningún riesgo.
El ébola ha infectado a más de 17 mil 500 personas, la mayoría en Guinea, Liberia y Sierra Leona. De éstas, 6 mil 200 han muerto. La epidemia se extiende con mayor rapidez en Sierra Leona.
Por eso, muchos son renuentes a ofrecerse como voluntarios en las salas de ébola, en particular los locales. Mientras los médicos y enfermeras extranjeros que contraen la enfermedad son evacuados para tratamiento en los mejores hospitales en el extranjero, los locales reciben el tratamiento en el país.
Frente a esa disparidad, se han abierto clínicas especiales para el tratamiento de trabajadores de la salud en Sierra Leona y Liberia, donde el personal es extranjero. Se planea abrir otra en Guinea.