La Selección Mexicana rumbo a Sudáfrica 2010 empezó cuesta arriba. Sin demostrar una gran superioridad sobre la cancha, Estados Unidos derrotó 2-0 a México en el esperado partido inicial del Hexagonal rumbo a la Copa del Mundo.
Los goles del equipo de las barras y las estrellas fueron obra de Michael Bradley: el primero a los 42´ en un tiro de esquina en donde la defensa mexicana se desconcentró por completo; el segundo a los 91´, en un disparó de larga distancia que se "comió" Oswaldo Sánchez.
México mostró buenas cosas de incio, al tocar mucho el balón de media cancha hacia adelante a través de Nery Castillo, Giovani y Carlos Ochoa. Pero como ya es una costumbre en el equipo mexicano, a los tricolores le faltó definir. Castillo abandonó el encuentro por una lesión a los 33´; su lugar fue ocupado por el mediocampista del San Luis Israel Martínez, en un cambio que no pesó, ni para bien ni para mal, en el desarrollo del partido.
El equipo de Eriksson se vio un poco más ordenado que en los ensayos previos a este encuentro, pero en el complemento se desdibujó, no encontró conección entre líneas y después de la expulsión de Márquez, por una irresponsable "plancha" sobre el arquero Tim Howard, le costó más trabajo llegar al arco rival.
Eriksson intentó modificar el destino del encuentro con las entradas de Sinha y Omar Bravo, pero nadie pudo acompañar a Ochoa al frente. El delantero de Chivas fue de los que más lucharon sobre el terreno de juego, pero su esfuerzo resultó inútil.
El trabajo arbitral del guatemalteco Carlos Batres fue deficiente, pues aunque juzgó correctamente la expulsión de Márquez, dejó de pitar un penal sobre Giovani en la jugada previa a la agresión del defensa mexicano.