El jefe de la Policía de Binghamton, Joseph Zikuski, confirmó hoy que son 14 los fallecidos y cuatro los heridos en el tiroteo ocurrido en un centro de atención a inmigrantes de esa ciudad del estado de Nueva York.
Zikuski, en una conferencia de prensa, indicó que entre esas víctimas podría estar el agresor y que de ese ataque "todavía no se conocen los motivos", al tiempo que indicó que 37 personas fueron rescatadas del edificio, de donde también se recuperaron dos armas.
El jefe de la policía de esa localidad, ubicada a 220 kilómetros al noreste de la ciudad de Nueva York, relató que la alerta del ataque contra ese centro, American Civic Association, se produjo por parte de la recepcionista.
"Fue una de las primeras en recibir los disparos. Se hizo la muerta, se arrastró hasta debajo de la recepción y nos llamó", dijo Zikuski y agregó que la mayor parte de las personas que estaban en ese centro en el momento del ataque, hacia las 14:30 GMT, eran inmigrantes.
Asimismo, señaló que 26 personas que estaban en el centro se escondieron en el cuarto de las calderas del sótano del edificio, y "desde allí oyeron los disparos".
En total, las autoridades liberaron a 37 personas, indicó el jefe de la Policía de Binghamton, que señaló que otras cuatro se encuentran en situación crítica y don atendidos en hospitales de la zona.
Sobre el atacante, Zikuski señaló que "podría estar entre los muertos. Tenemos razones para creerlo, pero todavía no estamos cien por ciento seguros".
El sospechoso, que aparentemente se suicidó, bloqueó la puerta trasera de ese organización no gubernamental, que presta asistencia a inmigrantes y refugiados en materias como asesoría familiar, personal o para acceder a la ciudadanía.
Aunque la policía no ha revelado la identidad del sospechoso, los medios de comunicación locales, que inicialmente dijeron que era de origen asiático, indicaron que el atacante es Jiverly Voong, de 41 ó 42 años, nacido en Johnson City (Nueva York) y que recientemente había sido despedido de su trabajo en IBM.
Por su parte, el gobernador de Nueva York, David Paterson, en la misma conferencia de prensa, señaló que como consecuencia del suceso, "se ha producido mucha información inexacta".
De las víctimas, Paterson, que ya ha enviado su pésame a las familias, indicó que "eran personas que querían pertenecer al sueño americano", del que dijo que "pese a esta violencia sin sentido, sigue ahí".