Washington DC -Baltimore.- Estados Unidos "tiene la obligación de obtener información de lo que está pasando en el mundo, para defender a nuestros ciudadanos, a nuestros aliados y a nuestra patria". La portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, inició hoy de esta forma su habitual conferencia de prensa diaria.
De esta forma Psaki dejaba clara la postura del Gobierno de Barack Obama con respecto al escándalo del espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional de las conversaciones de jefes de Gobierno de países aliados y democráticos, como Alemania, Italia, Francia, España o México. La prensa cuestionó severamente a la funcionaria, con más de dos docenas de preguntas que fueron contestadas sistemáticamente en los mismos términos.
"Cualquier servicio de inteligencia del mundo lo hace"; "Nuestras capacidades técnicas no tienen rival, pero nuestro Gobierno no opera sin ningún control"; "Las tres ramas del Gobierno [Ejecutivo, Legislativo y Judicial] juegan un papel en la supervisión de nuestras actividades de inteligencia"; "Nuestras agencias de inteligencia tienen las restricciones más duras que ha habido en la Historia" fueron algunas de las afirmaciones de Psaki.
Algunas de las respuestas de Psaki plantearon nuevos interrogantes. Por ejemplo, la portavoz no quiso entrar a debatir si existe control judicial (al menos, mediante los tribunales secretos que supervisan el espionaje a ciudadanos estadunidenses) en el caso de los "pinchazos" electrónicos a líderes extranjeros.
La legislación estadunidense es muy clara a la hora de no dar a los extranjeros los mismos derechos que a los nacionales (véase Guantánamo) y una de las grandes cuestiones en este caso es si el espionaje de la NSA ha tenido algún tipo de control efectivo.
Psaki dejó claro que para Washington este escándalo es "una distracción", que no debe hacernos olvidar los aspectos claves de la relación trasatlántica, sobre todo respecto a Irán, Siria y el Tratado de Libre Comercio que la UE y EU han empezado a negociar este verano. Por ahora, según la portavoz del Departamento de Estado, no ha habido ningún intento de introducir el escándalo de la NSA en esos campos.
La portavoz del Departamento de Estado reconoció que esperan "más filtraciones" y utilizó significativamente dos veces la expresión "desde que Edward Snowden entró en nuestras vidas", en lo que supuso una clara manifestación de quién es, para el Gobierno de Obama, el culpable del escándalo.
Con respecto a lo que el embajador estadunidense en España, James Costos, pueda informar el lunes al ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo Psaki se limitó a decir que "se trata de conversaciones privadas al nivel de nuestros contactos diplomáticos".
Psaki reveló que EU está avisando a sus aliados internacionales de que Snowden tiene decenas de miles de documentos de alto secreto que aún no ha revelado y que pueden comprometer a todos. "Esperamos que más denuncias salgan a la superficie, dada la cantidad de información clasificada filtrada por el señor Snowden", indicó.
Esas nuevas denuncias podrían ver la luz "en las próximas semanas", anticipó la portavoz en momentos en que está creciendo el malestar, tanto en Europa como en Latinoamérica, por el espionaje de EU a Gobiernos y mandatarios extranjeros.
Según fuentes del Gobierno citadas por The Washington Post, la Oficina del Director Nacional de Inteligencia, James Clapper, está informando a los servicios de inteligencia extranjeros sobre la posibilidad de que Snowden revele operaciones de espionaje conjuntas extremadamente delicadas.
De acuerdo con ese diario, Snowden, asilado actualmente en Rusia, tiene en su poder 30 mil documentos de la red de inteligencia JWICS, que integra las bases de datos secretas del Pentágono, el Departamento de Estado y otras agencias de seguridad y espionaje.
Esa red secreta es la misma de la que el soldado Bradley (Chelsea) Manning recopiló información clasificada durante meses para transferirla luego a la organización WikiLeaks.
EU teme ahora que pueda quedar al descubierto la cooperación en materia de espionaje con países que no son tradicionales aliados suyos o con departamentos de un Gobierno extranjero sin el conocimiento de otras autoridades de ese mismo país.
Como ejemplo, The Washington Post afirma que existen programas de inteligencia contra Irán, Rusia y China en los que los países colaboradores no son conocidos públicamente como aliados de EU. Mientras, el escándalo sigue creciendo, sobre todo en Europa a raíz del supuesto espionaje a un teléfono celular de la canciller alemana, Angela Merkel, y a las llamadas telefónicas de 35 líderes mundiales.
Francia y Alemania lograron que en las conclusiones de la cumbre de otoño de la Unión Europea (UE) se incluyera hoy un anexo en el que subrayan que los servicios de inteligencia son "vitales en la lucha contra el terrorismo", pero también que "una falta de confianza podría perjudicar la necesaria cooperación" en este ámbito.
Además, el Parlamento Europeo (PE) anunció que nueve eurodiputados de la Comisión de Libertades Civiles estarán el lunes en Washington para recoger información sobre el supuesto espionaje electrónico masivo de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos a ciudadanos europeos.
Y, por su parte, el Gobierno español ha convocado para el lunes en el Ministerio de Asuntos Exteriores al nuevo embajador de EU en España, James Costos, para recabar información sobre un supuesto espionaje a España.
Sin entrar en detalles, Psaki explicó que en ese tipo de reuniones a las que varios embajadores de EU han sido convocados en los últimos días los diplomáticos están exponiendo los "propósitos" de la recolección de inteligencia y el hecho de que se está llevando a cabo "una revisión".
La principal asesora de Obama para la lucha antiterrorista, Lisa Monaco, aseguró hoy que "hoy el mundo está altamente interconectado y el flujo de información no tiene precedentes. Es por ello por lo que el presidente nos ha pedido revisar nuestras capacidades de vigilancia, con respeto a nuestros socios extranjeros",
En una columna de opinión publicada hoy en el diario USA Today, Monaco argumenta que la recolección de información es algo que hacen todas las naciones y los estadunidenses "recopilan la misma clase de inteligencia que otros países".
"Nos queremos asegurar de que recopilamos información porque la necesitamos y no porque sencillamente podemos", enfatiza Monaco, quien reconoce que las capacidades de espionaje estadunidense "no tienen parangón".
Agencias.