En Moscú, Simferópol, capital de la nueva república rusa de Crimea, y Sebastópol celebraron la adhesión de Crimea a Rusia.
Rusia, Crimea y el puerto de Sebastópol celebraron hoy la incorporación de la península ucraniana a la Federación Rusa con fuegos artificiales, por decisión del jefe del Kremlin, Vladímir Putin.
El espectáculo comenzó de manera simultánea en Moscú, Simferópol, capital de la nueva república rusa de Crimea, y Sebastópol, puerto crimeo que acoge la Flota rusa del Mar Negro.
En la capital rusa se dispararon 30 salvas de cañón, mientras los fuegos artificiales fueron lanzados al firmamento desde diez puntos diferentes de la ciudad.
Miles de personas se concentraron en la plaza de Lenin de Simferópol y a orillas de la bahía de Sebastópol para asistir al histórico evento, que marca el retorno del territorio a Rusia 60 años después de que el dirigente soviético Nikita Jruschov cediera la península a Ucrania.
Putin promulgó hoy durante una ceremonia oficial en el Kremlin la incorporación de ambos territorios, cuya población expresó su deseo de entrar a formar parte de la Federación Rusa en el referéndum el pasado 16 de marzo, rechazado por la comunidad internacional.
"Quiero felicitar a todos los ciudadanos del país con este, sin exagerar, memorable acontecimiento", dijo Putin, cuya popularidad entre los rusos se ha disparado desde que decidiera anexionarse Crimea.
Rusia no sólo ignoró de esta forma las sanciones impuestas por Estados Unidos y otras potencias occidentales, sino que el Kremlin adelantó que responderá de manera recíproca.
Ucrania aseguró hoy que nunca renunciará a la península y que denunciará la anexión rusa en los tribunales internacionales, aunque se mostró abierta al diálogo con Rusia si ésta retira sus tropas de su territorio.
Mientras, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, defendió hoy en Kiev la integridad territorial de Ucrania y llamó al diálogo entre ambas partes para evitar que un conflicto local se convierta en un problema global.