Hoy es 06 de Octubre de 2024

Amenazar a Irán con más sanciones sería contraproducente, opinó el martes el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, resistiéndose a los esfuerzos de la secretaria de Estado estadounidense Hillary Rodham Clinton de buscar apoyo a medidas más fuertes si Irán no demuestra que su programa nuclear es pacífico.

El ministro de Relaciones Exteriores Sergey Lavrov habló mientras Clinton visitaba Moscú, su primera gira desde que se convirtió en la máxima diplomática de Estados Unidos, en un esfuerzo para calibrar la disposición de Moscú para unirse a las sanciones buscadas por Washington.

Lavrov dijo que la posición de Rusia es que, bajo las condiciones actuales, incluso la amenaza de sanciones contra Irán sería contraproducente.

Clinton dijo que Estados Unidos estaba de acuerdo en que era importante seguir los esfuerzos diplomáticos hacia Irán.

"Al mismo tiempo que estamos siguiendo este camino muy vigorosamente, somos conscientes de que no podríamos ser tan exitosos como quisiéramos, así que siempre hemos contemplado el potencial de sanciones en caso de que no tengamos éxito y no podamos asegurarnos con otros de que Irán ha decidido no desarrollar armas nucleares", agregó Clinton durante una conferencia de prensa conjunta.

Irán insiste en que tiene derecho de desarrollar un programa de enriquecimiento nuclear para usos internos y sostiene que sólo es para fines pacíficos, como la producción de energía eléctrica.

Clinton tenía programado reunirse con el presidente ruso Dmitry Medvedev el martes más tarde.

Más allá del tema de Irán, Lavrov dijo que Rusia y Estados Unidos lograron un avance "considerable" hacia el establecimiento de un nuevo tratado de armas estratégicas. El Tratado para la Reducción de Armas Estratégicas (START) de 1991 expira en diciembre y los negociadores han apresurado el paso para conseguir un acuerdo sustituto.

Los dos diplomáticos también analizaron una posible cooperación en cuando a sistemas de defensa antimisiles, tras la decisión de Obama de no proceder con los planes del gobierno de su predecesor, George W. Bush, de basar un sistema así en Europa oriental. Rusia ha dado la bienvenida a la nueva política de Obama, pero ha dicho que desearía tener información más detallada.