El secretario de Defensa de Estados
Unidos, Robert Gates, negó hoy la revisión del acuerdo entre su país y Japón sobre la presencia de militares estadunidenses en el país nipón, como sugiere el nuevo Ejecutivo del primer ministro Yukio Hatoyama.
Gates, quien llegó este martes a Tokio para una visita de dos días, será el primer miembro de la administración del presidente Barack Obama en reunirse con el primer ministro nipón, que asumió el cargo hace apenas un mes y prometió reequilibrar la relación entre
Tokio y Washington.
En particular, Hatoyama quiere reducir la presencia de los 47 mil soldados estadunidenses estacionados en Japón, con especial interés en la base aérea estadunidense situada en la isla sureña de Okinawa.
"Creemos que hay que avanzar en el acuerdo que fue negociado", dijo Gates a la prensa a bordo del avión que le llevó a Tokio, citado por los medios de comunicación nipones.
Aseguró que las alternativas al pacto suscrito son
"impracticables y políticamente indefendibles".
La presencia militar estadunidense en Japón suscita un creciente rechazo por parte de la población japonesa, después de que varios soldados se vieran implicados en escándalos relacionados con violaciones.
El acuerdo concluido en 2006 entre Tokio y Washington prevé el traslado para 2014 de ocho mil marines de la base de helicópteros de Okinawa a Henoko, una bahía situada más al norte.
El traslado, cuyo coste sería muy elevado, según la prensa, sería financiado en buena parte por el gobierno japonés.
La cuestión de las bases estadunidenses, así como la negativa de Tokio a renovar en enero de 2010 la misión de su marina en el Océano Indico, donde apoyaba a la coalición internacional en Afganistán,serán dos de los principales temas de discusión durante la visita de
Gates a Tokio.
El secretario estadunidense viajará el miércoles a Seúl, antes de volar hacia Eslovaquia para participar el viernes en una reunión de ministros de Defensa de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).