Hoy es 06 de Octubre de 2024

www.elinstante.com.mx.- Mucho se ha dicho y opinado, últimamente, sobre la designación de Cesar Duarte como el precandidato del Partido Revolucionario Institucional al Gobierno del Estado, las opiniones-como sucede en temas políticos- pueden ser a favor o en contra, pero sin lugar a dudas lo que más se ha cuestionado es la forma y los métodos utilizados por el Gobernador José Reyes Baeza y el Comité Ejecutivo Nacional del PRI, para designar a César Duarte como su abanderado rumbo a la gubernatura de Chihuahua, dejando a otros liderazgos sin la oportunidad de participar y competir de manera democrática.

El cuestionamiento al PRI, es porque su actual Presidenta Nacional, Beatriz Paredes, ha venido pregonando, desde hace algún tiempo, que el PRI, es un nuevo PRI, que es el PRI del siglo XXI, que es el PRI que sí sabe gobernar y muchas otras linduras que se atribuyen. Pero que ante ciertas acciones y actitudes, léase la designación de César Duarte, surge la duda de si es cierto o no lo del llamado nuevo PRI y la respuesta no tarda mucho en llegar, para confirmar que no hay nuevo PRI, es el mismo de siempre, que el PRI no ha cambiado y que creo nunca cambiará –ojala lo hiciera de verdad por el bien de la vida política de México-.
También se cuestiona y se contrapone a lo que había hecho el PRI en Chihuahua para designar a su candidato a Gobernador en los años 1998 y 2004, dando un ejemplo a nivel nacional (dicho por los propios priistas), al dejar en manos de los ciudadanos la designación de su candidato a gobernador, resultando electos y beneficiados de tal método el C.P. Patricio Martínez García y el actual Gobernador Lic. José Reyes Baeza Terrazas; e irónicamente el propio Gobernador y "jefe político del Estado" (así lo llamó Cesar Duarte) deja de lado ese método "ciudadano" que les había funcionado, electoralmente hablando, y que no era mal visto por propios y extraños, sino, al contrario, es o fue aceptado por muchos ciudadanos; pero hoy lejos de fortalecer la democracia al interior y fuera del PRI regresan al llamado "dedazo".

El PRI, como partido gobernante en muchos Estados del país y con gran presencia en la Cámara de Diputados, debe tomarse con seriedad y responsabilidad las cosas- por supuesto los otros partidos también- porque, en mi opinión hay mucha simulación en lo que se dice y hace, un ejemplo es la propia designación de Cesar Duarte como precandidato; el Dirigente Estatal del PRI, Marco Adán Quezada, anduvo gritando a los cuatro vientos que en su partido tenían seis aspirantes a la Gubernatura del Estado y que todos eran de lo mejor, por decir lo menos, por otro lado como ya lo dije su Presidenta Nacional dice- en cualquier oportunidad que tiene- que el PRI, es un nuevo PRI, el PRI del siglo XXI y muchas cosas más, pero eso no corresponde a la realidad. Si fueran realmente como dicen ser, en Chihuahua-ya no digamos los ciudadanos todos- la militancia priista hubiera tenido la oportunidad de decidir a su candidato a Gobernador, ante esto, alguien pudiera pensar que los priistas si van a tener tal oportunidad, puesto que los delegados priista tienen que elegir o ratificar el 28 de febrero a César Duarte como candidato al Gobierno del Estado y que por lo tanto queda totalmente salvada la participación de los priistas en la elección de su abanderado a la gubernatura del Estado, pero es ahí precisamente en donde radica la simulación del PRI.

Porque el 28 de febrero los de legados de ese partido, solamente irán a cumplir un requisito de mero trámite y sin ninguna trascendencia para la vida democrática de nuestro Estado, porque días antes de la fecha para registrar a los aspirantes y competir en la elección interna como lo establecía la convocatoria, desde la Ciudad de México se decidió que fuera Cesar Duarte el único que podría registrarse, sin dar la mínima oportunidad de competir, a quienes también aspiraban seriamente a la gubernatura como Héctor Murguía y Oscar Villalobos y que en pos de la "unidad" tenían que seguir al designado aun y cuando no estuvieran de acuerdo, sin poder decir, ni hacer nada, solo aguantarse y ver como su proyecto rumbo a la gubernatura no tendrían éxito. Aquí una vez más el PRI simulará que hay unidad y que todo marcha sobre ruedas, la simulación se da porque hay muchos militantes convencidos- principalmente en de los equipos de Héctor Murguía y Oscar Villalobos- que sí se hubieran dando las condiciones de una competencia democrática, Cesar Duarte tal vez no sería el candidato a Gobernador. Por eso muchos que creían o creen que el PRI, es nuevo y a la altura de las exigencias del siglo XXI, se equivocan y se dan cuenta de que no es así, que es el mismo PRI antidemocrático de siempre.

Lástima por México y por los que ahí militan de buena fe, como es el caso algunos jóvenes, que vivan pensando que el PRI es nuevo y democrático, podrá ser muchas cosas menos eso. ¿Usted qué piensa? Pregúntele, por no dejar, algún conocido que estaba en el proyecto de Oscar Villalobos o Héctor Murguía que si ¿El PRI es nuevo y democrático?

Por Carlos Rivera A.
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