Mientras una élite de políticos burgueses pelean la gran batalla, llena insultos y desprestigios mutuos, empleando el sistema judicial para terminar con carreras políticas, rompiéndose las medias, campañas llenas de discursos demagogos y propuestas sin soluciones de facto, todo esto y mil cosas más con la única finalidad de obtener el poder y repartirse el botín, el cual al parecer es inagotable.

Nosotros sufrimos las consecuencias de estas conductas irresponsables e insensibles, que dan como resultado malos gobiernos, generando violencia, falta de educación, pobreza, ingobernabilidad, inestabilidad social y económica entre tantos y tantos problemas que mis gobernantes se niegan a llamar por su nombre.

Nuestra sociedad hoy se encuentra cansada de gritar, de suplicar que se cumpla la función para la cual fueron elegidos, no pedimos lo imposible solo exigimos lo posible.

Ese grupo élite vive una realidad distinta a la nuestra y si es que la sabe muy pronto la terminará olvidando o borrando irremediablemente, se encuentra en la utopía o sea en un México irreal que les brinda vivir a nuestras costillas, claro, es por eso que ellos no tienen hambre, no se preocupan por la salud de sus hijos, no pasan frio, pueden darse el privilegio de escoger la mejor educación y tantos lujos que brinda el sistema corrupto que impera y lastima tanto.

En estos tiempos como nos lo indica la experiencia, veremos por las calles basura partidaria, multitudes de acarreados, mítines para gobernador, presidente municipal y diputados que estarán plagados de bellos discursos pero muy tristes realidades. Por eso es importante que en esta ocasión no seas parte de las simples masas en donde se pierden fácilmente los ideales, te invito y hazlo extensivo, para que en estas elecciones participes de manera activa y racional analizando cada una de las propuestas de los diversos grupos políticos o manifestando tu inconformidad política anulando tu voto, pero es imprescindible que salgas a las urnas a expresar cualquiera que sea tu decisión. Sólo te quiero recordar que hoy más que nunca tu México, mi México necesita de nosotros.


Es cuánto.
Diana Ma. Reyes Mejía