Esta mañana arribó a México la familia del técnico de América, Antonio el Turco Mohamed, quien se mostró encantado de recibir a sus seres queridos en el aeropuerto internacional Benito Juárez.
Abrazos, besos y más cariños de bienvenida prodigó el Turco. Se le veía emocionado, feliz, pues pasará la Navidad y el Año Nuevo muy bien acompañado.
No obstante, las fiestas decembrinas no las disfruta mucho.
Confiesa que son agridulces, pues le provocan nostalgia y tristeza, "y quiero que pasen rápido, pues es un tema familiar y por cosas normales no la tengo completa. Por eso quiero que pasen rápido estas fechas y que arranque el año lo mejor posibles", comentó Antonio en exclusiva para ESPN.com.
Reconoce que en diciembre, sobre todo, a él y a su esposa les invade la nostalgia y el recuerdo de Faryd, el hijo primogénito que se les fue al cielo en Alemania, durante el desarrollo del Mundial en 2006.
Pero tampoco le da la vuelta a los festejos. "Tratamos de estar contentos para disfrutar a nuestros otros tres hijos, quienes merecen toda la atención y la alegría para compartir estas fiestas".
Recalca que es difícil afrontar la realidad, pero se dice muy consciente de ella. Sin embargo, "Navidad es un fecha de recuerdos y es complicado no recordar. Pero tratamos de pasarla lo mejor posible", añadió Mohamed, mientras esperaba con ansia ver aparecer a su familia en la salida de la terminal aérea.
El plan de Mohamed y su familia para la Nochebuena, este miércoles, es compartir la cena con sus auxiliares en un restaurante. "El 25, a descansar y el 26, a entrenar".
Cuenta que él, su mujer y sus hijos comen lo que se acostumbra en México: pavo, romeritos, de todo, menos picante. "Mis hijos son mexicanos. Ellos comen más que nada los dulces con picante como escuincles, tamarindos. ¡Uuuuu, ahora cuando lleguen!".
Mayra tiene 18 años, y ya trae frito al timonel de las Águilas por aquellos de los pretendientes. Yair, de 13 , y Nayib, de 11, son futbolistas. "Ellos juegan en el Huracán. Tienen vacaciones y febrero arrancan su pretemporada, seguramente que en estos días querrán ir a entrenar a los campos del América". Señala que "sería grandioso que vinieran a vivir a México y jugar en las fuerzas básicas del club de Coapa".
Y de súbito, los ojos de Antonio brillaron. La familia había llegado; se despidió de nuestra página para ir a su encuentro.