La Diputada Federal Minerva Castillo en entrevista, comento que al inicio de la presente administración el Presidente de la República Enrique Peña Nieto planteó en el Pacto por México la necesidad de revisar profundamente nuestro sistema de competencia económica a fin de hacer frente eficazmente a los monopolios, prácticas monopólicas y demás restricciones al funcionamiento eficiente de los mercados que impiden el pleno desarrollo de nuestra nación.
Así mismo, aseguro que durante muchos años la economía mexicana se ha visto debilitada por prácticas y regulaciones anticompetitivas, los mercados concentrados y monopolios generan precios excesivos de productos y servicios y reducen el consumo y la capacidad de ahorro de las familias mexicanas, especialmente de los más vulnerables.
Para ello la Legisladora- aclaro- que resulta fundamental que México cuente con un nuevo sistema de competencia económica que cumpla con el mandato constitucional de la reforma del 2013 y que realmente sea eficaz en el combate a los monopolios y las prácticas anticompetitivas.
Además -continuo- conviene no perder de vista el impacto que este nuevo esquema jurídico en materia de competencia económica tendrá en el bienestar y la capacidad adquisitiva de la población, por el acceso a mejores precios y servicios, así como en la productividad y la competitividad del aparato productivo nacional y, por tanto, en el crecimiento y la generación de empleos de calidad.
Con la eventual aprobación de esta ley secundaria en los próximos días, podremos completar el proceso legislativo de la primera de las reformas constitucionales en materia económica aprobadas en 2013 y abrir paso a la materialización de las reformas estructurales que aprobamos en el Congreso de la Unión en 2013.
Para finalizar la Diputada -aseveró- los beneficios de esta nueva ley será que los consumidores tendrán mayor poder adquisitivo porque al dejar de pagar sobreprecios injustificados, podrán destinar el remanente a otras cosas o al ahorro y las personas de menor ingreso se verán beneficiadas de forma especial, porque los sobreprecios lastiman sobre todo a los más pobres, que gastan una cantidad considerable de su dinero en bienes y servicios con poca o nula competencia, concluyo.