El presidente Barack Obama interrumpió sus vacaciones de verano durante dos días para analizar con sus principales asesores los sucesos en Irak y en Ferguson, Missouri, dos lugares donde ordenó a su gobierno que intervenga.

Obama regresó brevemente a Washington, y en lugar de las fotos en bicicleta o jugando al golf en Martha´s Vineyard aparecieron las del presidente trabajando en la Casa Blanca.

Colaboradores de Obama dijeron que interrumpió sus vacaciones exclusivamente para hablar con sus asesores sobre la situación militar y política en Irak, donde autorizó recientemente los ataques aéreos, y en los disturbios en el suburbio de St. Louis tras la muerte por la policía de un joven desarmado.

Últimamente se escucharon críticas al presidente por pasar dos semanas de vacaciones mientras se multiplicaban las crisis.