La conquista de los superhéroes no tiene fin. Van y vienen, en distintos formatos, adaptados a los nuevos hábitos de consumo y a la caza de nuevas oportunidades que les permitan prolongar su vida más allá de las viñetas.
Marvel lo ha logrado con éxito. Sus franquicias en la gran pantalla le han repercutido ingresos millonarios mientras Disney es uno de los estudios más sólidos y de mayor andamiaje en la industria cinematográfica. Así, era cuestión de tiempo para que la fusión Marvel-Disney — oficializada en 2009— echara a andar un proyecto que le permitiera sumar lo mejor de sus dos empresas.
El resultado fue Grandes Héroes, filme que se estrenará el jueves 13 de noviembre en nuestro país, y que echa mano del belicoso y apasionante mundo del noveno arte fusionado con el cándido rostro que Disney ha dado a sus historias.
Dirigido por Chris Williams (Bolt: Un perro fuera de serie, 2008) y Don Hall (Winnie the Pooh, 2011) la cinta apostaba por llevar a la pantalla una fusión que resultara coherente para los fans de ambas empresas. Lograrlo, confesaron los realizadores, no fue sencillo, pues aunque tuvieron libertad de parte de la editorial para decidir el rumbo de la historia y apoyo de Disney para mostrar una nueva cara, sabían que había ciertos límites que no debían cruzarse.
"La esencia de la historia la tuvimos clara desde un principio, pero había muchos detalles que teníamos que afinar con el paso del tiempo. Fueron centenares de revisiones que hicimos, con gente de ambas empresas, para que al final todos estuviéramos conformes con el relato que queríamos mostrar", dijo Williams en los Walt Disney Animation Studios en Los Ángeles.
Explicó, acompañado por Hall, que apostaron por Grandes Héroes (basados en el comic que Marvel había publicado a partir de 1998) por la poca popularidad de los personajes y porque la historia tenía reminiscencias de aquellas que en el pasado habían caracterizado a Disney.
"El comic original es difícil, porque ha sido olvidado por mucho tiempo. Ha desaparecido en varias ocasiones de las líneas de tiempo de Marvel y eso jugaba en contra por apostar por personajes que pocos conocieran, aunque al final eso también resultó ser uno de nuestros puntos más fuertes, porque nos dio gran margen de maniobra para hacer muchas locuras.
"Pudimos dar una nueva identidad sin sacrificar la acción propia de los héroes. Logramos que fuera entretenida, como una cinta de acción, pero sin sacrificar el corazón y el humor que ha distinguido a las historias de Disney", dijo Hall.
Tragedia con toque de humor
Grandes Héroes narra la historia de Hiro Hamada, un joven prodigio con un futuro prodigioso que sufre la repentina muerte de su hermano mayor. Tras el fallecimiento descubre a Baymax, un robot inventado por su hermano, quien se convierte en su aliado para acabar con el crimen que azota a San Fransokyo, la ficticia ciudad donde se desarrolla la historia.
Acompañado por los amigos de su hermano integran un improvisado escuadrón de héroes que busca acabar con los planes de Yokai, el villano.
"Siempre supimos que la clave era contar la historia de un niño que pierde a su hermano mayor y que tiene que lidiar con la pérdida y sacar provecho de sus creaciones. No queríamos una película trágica y, por eso, rescatamos muchos puntos de comedia, aunque sin hacerla necesariamente graciosa. Al final creo que hay un buen balance para mostrar una película con muchas lecturas", agregó Williams.
Durante el desarrollo del filme, que comenzó en julio de 2011, John Lasseter, director creativo de los estudios Pixar, se mantuvo al pendiente del rumbo que tomaba la historia. La apuesta era grande, pues se trataba de la primera cinta animada de Marvel bajo el auspicio de Disney.
"Nunca se nos impuso nada. John se mantenía pendiente de lo que estábamos haciendo y nos daba algunos consejos pero nunca fue una orden directa.
"Lo que hicimos fue presentar seis o siete versiones de la película a John y otros directores para alimentarnos de sus ideas. En un proyecto de esta naturaleza tienes que estar abierto a las críticas, porque a final de cuentas sólo así puedes progresar y lograr un producto que le guste a más gente", indicó Hall.
El reto grande, dijeron los directores, lo tuvo el equipo de escritores que se hizo cargo de la adaptación. Encabezado por Paul Briggs (Frozen) y complementado por Dan Gerson y Robert Baird (ambos de Monsters University) lidiaron con la necesidad de dar una nueva identidad a personajes que existían en otro plano.
"Tratamos de permanecer cercanos a la idea que ya existe de los personajes y lo que quieren mostrar los directores, aunque no siempre es sencillo. Como escritores tenemos nuestras propias inquietudes y no siempre es fácil reconciliarlas con las ajenas, pero a final de cuentas es algo que hemos hecho por mucho tiempo y con lo que hemos aprendido a lidiar", dijo Briggs.
A decir de Gerson y Baird, las sesiones de escritura son las partes más intensas del desarrollo de una película, pues es ahí donde se define el rumbo exacto que ha de seguir el filme.
"Estábamos horas en esta sala de juntas pensando y discutiendo en torno a las posibilidades que teníamos. Algunos queríamos una cosa, otros otras y los directores algo más. Lo importante es que sabemos encontrar un punto medio para tener algo que a todos nos enorgullezca", comentó Gerson.
Sobre el futuro de la cinta, Don Hall y Chris Williams aseguraron que hasta el momento no han pensado en convertirla en una franquicia de múltiples entregas, aunque tampoco han descartado la idea.
"Sabemos que hay mucha historia por delante. Los personajes son entrañables y, al ser superhéroes, pueden tener miles de historias por contar pero debemos esperar a ver cómo reacciona la gente. Ojalá en el futuro podamos ver más de Hiro y sus amigos en la pantalla grande", concluyó Hall.
fuente: excelsior