De que a Kim Kardashian le encanta el dinero y presumir los lujos que poseerlo conlleva, eso no hay duda. Pero la estrella mediática de la televisión estadunidense confesó que no siempre su vida fue desenfadada, pues desde pequeña optó por dedicó a ganar dólares, mediante la venta de ropa y zapatos, y ahora, a sus 34 años, cuenta con una fortuna superior a los 28 millones de dólares.
La socialité californiana reveló que, con la ayuda de su padre -el famoso abogado Robert George Kardashian-empezó a dar sus primeros pasos en el mundo empresarial vendiendo ropa a través de internet y zapatos por eBay.
"Mi primer trabajo fue en una tienda de ropa, durante cuatro años. Me encantaba. Cuando cumplí 16 años mi padre me hizo firmar un contrato, no hacía firmar contratos por todo, en el que me comprometía a pagar por los daños si llegaba a chocar con mi coche.
"Estuve en una colisión múltiple, y golpeé a alguien. No fue gran cosa, pero tenía que pagar por ello. Eso fue durante el juicio (por cargos de asesinato) a O.J. (Simpson). Ellos vieron mi nombre y me dijeron: ´Kardashian, ¿tu padre es el abogado ese (que defendía al ex jugador de futbol americano)? Me demandaron por mucho más dinero. Tuve que pagar por ello de mi bolsillo, pero después seguía trabajando para comprarme ropa", relató para la revista Variety.