La costa este de Estados Unidos sigue padeciendo los estragos de la gran tormenta de nieve Jonas que azotó la región el pasado fin de semana, donde al menos 36 personas han muerto, miles de vuelos continúan afectados y los equipos de emergencia laboran a marchas forzadas para retirar los cúmulos de nieve en calles y carreteras.
Desde West Virginia al sur de Maine, millones de personas despejan los caminos tras la enorme nevada que dejó hasta 90 centímetros de nieve en la región de Washington, D.C., paralizó a la ciudad de Nueva York e inundó zonas costeras en Nueva Jersey.
Nueva York y Baltimore comenzaron a levantar las restricciones de viaje y algunas personas se aventuraron a las blancas calles, mientras se restauraban parcialmente los servicios de tránsito masivo a lo largo de la costa.