GEA-ISA acaban de dar a conocer su investigación La gobernabilidad en los tiempos de la cuarta transformación un documento de 80 páginas que da cuenta, con gran precisión, de como la sociedad ve al presidente López Obrador, al trabajo que realiza su gobierno y lo que se espera de ellos.
El estudio se centra en los cuatro primeros meses del gobierno, de diciembre de 2018 a marzo de 2019, y de él retomo las Conclusiones, que llevan el título de Los retos de la gobernabilidad. En el documento se dice que en términos generales la ecuación de la gobernabilidad es la misma que en diciembre pasado. Se caracteriza por:
"Una enorme legitimidad social que le otorga al presidente un amplio margen de maniobra, para impulsar los proyectos de cambio que quiera en todos los órdenes, pero con asomo de polarización en algunos segmentos de la sociedad".
"Una capacidad de gobierno heterogénea, pero deficiente en varias áreas críticas ya sea por la definición de políticas inadecuadas y/o carencia de personal con la experiencia y la capacidad necesarias, en un contexto de finanzas públicas estrechas".
"Un cambio en el diseño institucional hacia la concentración y personalización del poder en el Ejecutivo Federal, con claras tendencias autoritarias que pueden en el mediano plazo debilitar el andamiaje democrático del país".
En estos cuatro meses se han alterado algunos de los valores de las variables de la ecuación señala el documento. Los cambio son:
La legitimidad social se incrementa, pero está lejos de la unanimidad.
El 25 % de la población se siente afectada por el gobierno.
El segmento de apoyo condicionado, que es el 36 % de la población, en el futuro va a estar de uno u otro lado a partir de: la eficacia en la entrega de los apoyos monetarios y en la solución de los problemas del país.
La ciudadanía concede al gobierno un mayor espacio de tiempo, para presentar resultados.
Se amplía la brecha entre las expectativas, objetivos, capacidades y medios del gobierno en las áreas de energía, seguridad y ciencia. No son las únicas.
La combinación de problemas severos y equipos que han mostrado limitaciones en la comprensión y en la capacidad de solución técnicas pueden generar mayores problemas en PEMEX y la seguridad.
La política social presenta avances, pero ha perjudicado a segmentos de la población. El gobierno ha perdido aliados y enfrenta resistencias.
La preeminencia del Poder Ejecutivo en todos los campos se ha acentuado frente a la debilidad de los contrapesos institucionales y sociales, asegura el documento. Así:
El presidencialismo, apuntado en la popularidad y una eficaz estrategia de comunicación, le dan margen de maniobra política. Hay riesgos cuando por consideraciones políticas se toman decisiones en las áreas económicas y de seguridad. Esto mina la confianza de actores claves y se corre el resigo de agravar la ineficacia del gobierno.
La polarización que se produce por el estilo de comunicación del presidente puede debilitar a los adversarios del gobierno, pero también intensifica el ambiente polarizado que en caso de conflictos y crisis de gobernabilidad se dificulta su solución.
Twitter: @RubenAguilar