Un estudio reveló que las prisiones tienen ingresos de unos mil 400 millones de pesos extras al año, pero por actos de corrupción, y las cárceles de Chihuahua aparecen a la cabeza de la negra lista que revela hoy la nota principal del periódico Reforma.
De acuerdo al Reforma, la Asociación Nacional de Familiares y Amigos de Detenidos realizó una investigación sobre las "mordidas" y "favores" por los que internos y sus familiares deben pagar a trabajadores, custodios y funcionarios de los centros de reclusión.
Señala el rotativo en su edición dominical que "el estudio "Corrupción y Extorsión a Presos y Familiares en Centros Penitenciarios", realizado en prisiones de Chihuahua, Jalisco, Toluca y el Distrito Federal -y que aún no se ha dado a conocer-, revela que actividades como ingresar alimentos, tener un lugar para sentarse, el pase de lista, las revisiones, uniformes, los pases de entrada, la actualización del kárdex e incluso los exámenes de clasificación no deberían tener un costo.
Cita Reforma a Pedro Cedillo, quien es presidente de la organización, integrada hace ocho años con familiares de internos, y quien destacó que durante más de seis años, han recabado información de distintos penales durante los días de visitas a los reos.
"El preso paga por todo: por pasar lista -para evitar ser castigado-, por el dormitorio, por el servicio médico, por la visita conyugal, por usar celular, por la ropa, por todo. No hay forma de vivir ahí adentro sin dinero", sostuvo Cedillo a Reforma.
Según el estudio, en los reclusorios "censados", los internos deben pasar lista tres veces al día para no ser castigados. Cada pase de lista cuesta 5 pesos. Así, por ejemplo, en el caso de la Ciudad de México, los 37 mil 400 presos pagan 16 millones 830 mil pesos al mes.
El documento señala que para ingresar comida se pagan 20 pesos. Además, las visitas deben dar 30 pesos por garantizar un lugar en una mesa al interior del penal.