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www.elinstante.com.mx.- Pese a que Pumas de la UNAM logró el
título del Torneo Clausura 2009 del futbol mexicano no puede
asentarse que que haya tenido al mejor técnico de ese torneo, ya que
por el estilo y funcionamiento en sus equipos, existen otros con
mayores argumentos futbolísticos.

Ricardo Ferretti llevó al cuadro universitario a conquistar su
sexta corona con un futbol de cierta efectividad dejando a un lado el
espectáculo, algo que también exige el aficionado y fiel a su estilo,
el primer objetivo del "Tuca" era que su escuadra estuviera bien
parada atrás, para posteriormente intentar hacer algo al frente.

Y cuando lograba inclinar el marcador en su favor, la principal
misión de Pumas era mantener la ventaja a como diera lugar y buscar
aumentarla por la vía del contragolpe.

Pese a que este estilo de juego no puede agradar a muchos, el
título para la UNAM no puede demeritarse en ningún aspecto ya que lo
hizo a "sangre y fuego", aprovechando el excelente momento que vivían
jugadores como Pablo Barrera, el argentino Martín Bravo y Efraín
Juárez.

Aún así, otros entrenadores como Enrique Meza y José Manuel
"Chepo" de la Torre no tuvieron la necesidad de levantar el título
para confirmarse en dicha campaña entre los mejores del futbol
mexicano.

El "Ojitos" estuvo cerca de cerrar un ciclo de "oro" con Tuzos
de Pachuca, no sólo porque se quedó a un paso de levantar su segundo
trofeo del balompíe nacional con esta escuadra, sino por la forma en
que lo iba a hacer: practicando un futbol vistoso y efectivo, con
individualidades y un juego colectivo.

Mientras que De la Torre mantuvo con Toluca el mismo estilo que
lo llevó al campeonato en el Apertura 2008 y que lo etiquetó como
gran favorito para repetir, pero en su camino se encontró con una
falta de gol, la cual por cierto no ha terminado de superar.

El equipo que se encargó de cortar de tajo los sueños de Diablos
Rojos para un bicampeonato fue Indios de Ciudad Juárez, que parecía
completamente desahuciado y señalado para perder la categoría, algo
que no ocurrió gracias principalmente a la labor que realizó desde el
banquillo el uruguayo Héctor Hugo Eugui.

Luego de mucho tiempo de estar alejado de la banca, el charrúa
no tuvo miedo en aceptar este reto que lo revaloró como un estratega
que supo sacar lo mejor de un grupo de jugadores, que ya no tenían
oportunidad en otros clubes.

El que regresó para mostrar que puede llegar a ser alguien muy
importante fue José Luis Sánchez Solá, quien tras ser cesado en el
Apertura 2008 nuevamente tomó las riendas del Puebla para llevarlo
hasta la liguilla, donde estuvo a minutos de ponerlo en la final.

Muy similar a Eugui, el "Chelís" salvó a los de la Franja del
descenso no solo con jugadores llenos de motivación, sino con un
estilo de futbol muy definido y gente que ya estaba completamente
olvidada, como el caso de Daniel Osorno y Duilio Davino.

Uno de los grandes fracasos en el banquillo fue Benjamín
Galindo, quien luego que seis meses antes había llegado hasta la
final con Cruz Azul, no pudo repetir una actuación similar y llevó a
esta escuadra a ocupar por primera ocasión en su historia el sótano
de la clasificación general.

El que sufrió su primer gran fracaso en lo que ha sido una
carrera exitosa fue Raúl Arias, quien fue "arrancado" de tajo de San
Luis para hacerse cargo de Necaxa, equipo con el que fue campeón en
el Invierno 98, en busca de salvarlo del descenso, misión que no
cumplió.

Y quien nunca pudo justificar su llegada al futbol mexicano,
pese a la terquedad de los altos mandos del América fue el técnico
argentino Ramón "Pelado" Díaz, quien en su segunda campaña continuó
con pésimos números y un accionar lamentable, lo que dio como
resultado su cese tras la cuarta fecha.