¿Pero esa fecha ya pasó verdad? Claro, pero es que no puedo concebir otra justificación que logre interpretar las revelaciones de Felipe, al haber confesado que las miles de ejecuciones correspondían a los mismos delincuentes. Nuestro desmemoriado mandatario parece olvidar que dentro de los fallecidos se encuentran soldados, policías, niños y civiles y lo más desacertado de su declaración fue minusvalorar sus vidas al perfilarlos como bajas colaterales.
Vamos Felipe; los secuestros, las ejecuciones, las extorsiones, la opresión a la libertad de expresión, la paranoia, la desconfianza y la violencia, son tan sólo factores reales de poder para el montón de criminales que gobiernan a este desamparado país y aún así ¿osas excusarte mediante esa grosera justificación?
Sostenle esa misma excusa a las madres que perdieron a sus hijos en la reciente matanza de Juárez, o en la de Durango, o en la de Guerrero; diles que sus seres más queridos forman parte de los tantos mártires que esta nación deberá sacrificar para que algún remoto día nuestro país respire la paz y la estabilidad.
Yo no rechazo tu entusiasta voluntad y ferviente determinación, pero si protesto ante tu nula estrategia. Dispusiste de un ejército inexperto para ejecutar una encomienda que la Constitución desaprueba y ahora, 22,000 víctimas después, aspiras a enmendar el número de muertos, amoldando la ley a tu gusto. Yo no sé a qué están jugando, pero la ciudadanía no admitirá que se sigan consumando descuidos tan lamentables y mucho menos, que éstos se queden sin castigo.
El gobierno no está enfrentando la crisis, no está rindiendo cuentas y el pueblo les paga para que lo protejan a él, no al delincuente. Y en medio de una sociedad que lucha en contra de desdichados carentes de valor o principio alguno, capaces de asesinar sin el más mínimo remordimiento, la "autoridad" elige solucionar el problema introduciendo a las calles a soldados adiestrados para acabar con el enemigo y que al encontrarse en la escena del enfrentamiento, desahogan todo sentimiento reprimido resultado de entrenamientos duros y de constante disciplina para después abusar, robar y matar. La estancia permanente del ejército sólo intensifica la violencia, pero eso sí, el gobierno se defiende argumentando que si lo mataron fue por que se lo buscó.
En nuestra memoria serás recordado por dejar una huella de miles de mexicanos muertos durante tu sexenio, pero tú insistes en exhortar a que "no se hable mal de México", que no se cuente que los mexicanos sentimos vergüenza de la impunidad que se vive y que tampoco se sepa que el pueblo les pide a gritos un cambio de FONDO.
La justicia en este país es un lujo y la prueba está en que desde el 2006, México ha sufrido los años más violentos de las últimas décadas y las acciones en contra están lejos de funcionar. Pero Felipe, tú no puedes imaginar otra táctica de combate y tu obstáculo principal radica en que todos los niveles de gobierno se encuentran profundamente corrompidos y a la vez, gozan tranquilamente del beneficio de esa corrupción.