Hoy es 06 de Octubre de 2024

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) delegación Chihuahua, exhorta a la población a tener sumo cuidado ante el peligro del monóxido de carbono, ya que el número de personas afectadas por intoxicaciones con éste gas, aumenta en temporada de frío.

Los escapes de los automóviles, estufas de gas y leña, braseros y el uso de calentones en viviendas mal ventiladas son las principales causas que pueden provocar una intoxicación por monóxido de carbono.

Éste gas no tiene color, olor ni irritante. Cuando una persona inhala el tóxico, se empieza a remplazar el oxigeno en la sangre y como consecuencia, el corazón, cerebro y cuerpo, sufren por la falta de oxigeno.

El doctor Ismael Rodríguez, adscrito a la Coordinación de Salud Pública del IMSS en Chihuahua, mencionó que los síntomas varían de una persona a otra. La inhalación masiva produce rápidamente la falta de respiración y pérdida del conocimiento. Niños, mujeres embarazadas y adultos mayores son los más afectados en caso de presentarse una intoxicación.

Problemas respiratorios, dolor de cabeza y pecho, mareo, vómito, somnolencia, desmayo, debilidad muscular, latidos acelerados del corazón, convulsiones y pérdida del conocimiento hasta caer en estado de coma, son algunos de los síntomas que se pueden presentar cuando se trata de una intoxicación por monóxido de carbono.

Si una persona resulta intoxicada, el especialista del Instituto recomienda que inmediatamente lleven a ésta a un lugar donde pueda respirar aire fresco y que reciba atención médica lo más pronto posible.

La recuperación para los que sobreviven a este tipo de intoxicación es lenta y el riesgo de presentar daño cerebral permanente es muy alto, aun días después del incidente cuando pueden reaparecer síntomas de deterioro de la capacidad mental.

Si la intoxicación es a causa del escape de un vehículo, con un grado leve el conductor puede perder el control de la unidad, si es de noche deslumbrarse con los faros de otros vehículos, fallar al calcular distancias, desubicarse en el entorno visual, problemas respiratorios, somnolencia y finalmente perder el conocimiento.

Como medidas de prevención, el especialista recomienda que se revisen muy bien las instalaciones de gas, sobre todo en calentones y estufas, mantener ventiladas las habitaciones teniendo siempre abierta una ventana con un mínimo de 15 centímetros para que permita renovar el aire. Y lo más importante antes de irse a dormir es necesario apagar braseros o calentones, ya que mientras estén encendidos despiden el gas tóxico.

En caso de una intoxicación, el Seguro Social exhorta a sus derechohabientes para que acudan lo antes posible a su Unidad de Medicina Familiar (UMF) a recibir atención médica y antes de volver a la vivienda que un profesional revise el desperfecto para evitar se vuelva a presentar el mismo problema.