El lavado de manos es uno de los hábitos higiénicos más importantes, pues previene múltiples enfermedades e ntre ellas las diarreicas, estas se presentan con mayor frecuencia en la temporada de calor, misma que se encuentra en inicio.

Este simple acto no toma más de 20 segundo y puede evitar la presencia de virus, bacterias y enfermedades transmisibles por el contacto con diversas superficies contaminadas o que están en el medio ambiente.

La Secretaría de Salud recomienda lavarse las manos especialmente antes de comer y cocinar, después de ir al baño, al terminar de limpiar la casa, después de convivir con las mascotas, visitar o cuidar personas enfermas, toser, estornudar o limpiarse la nariz.

También al ingresar de nuevo al hogar o el lugar de trabajo, pues cuando se viene de la calle se estima que esos son los momentos más delicados de la vida cotidiana, ya que se está expuesto a un interminable cantidad de virus y bacterias presentes en el ambiente.

Es habitual mojarse las manos antes de aplicar una dosis de jabón en la palma; sin embargo, si se están muy sucias es recomendable aplicar el limpiador directamente sobre la piel antes de mojarlas.

Una vez que las manos están enjabonadas, hay que frotarlas vigorosamente palma con palma, después tallar el dorso de la mano y entre los dedos, poner especial atención en las uñas además no olvidarse de lavar también las muñecas.

Enjuagar bien las manos a manera de retirar todo el jabón, secar después con una toalla limpia y seca, de preferencia utilizar desechables.

Siempre se debe secar bien la piel para evitar que se agriete, especialmente en temporada de frio, utilizando toallas limpias.