El golpe de calor se presenta cuando nos exponemos al sol por largos periodos de tiempo o permanecemos en lugares con altas temperaturas, provocando graves alteraciones en el cuerpo, lo que puede causar deshidratación severa.
El golpe de calor se presenta cuando el organismo es incapaz de regular su propia temperatura, y esta puede llegar hasta los 39 grados, otro de los síntomas son: sed intensa, dolor muscular, náuseas, vómito, respiración agitada, irritabilidad y dolor de cabeza.
Al detectar que una persona tiene estos síntomas se debe conducir a un lugar fresco y fuera del alcance del sol, aflojar sus ropas, también puede ser de utilidad la aplicación de compresas frías en cabeza, cuello, tórax, brazos y muslos con el propósito de bajar la temperatura corporal.
Para evitar sufrir un golpe de calor la Secretaría de Salud recomienda utilizar ropa ligera y de colores claros, protegerse de calor con sombreros o sombrillas y no realizar actividad física al aire libre entre la 11:00 y las 14:00 horas, pues en este tiempo los rayos del sol son más penetrantes.
Durante la temporada de calor es necesario incrementar el consumo de líquidos, como agua simple, vida suero oral o bebidas hidratantes para mantener en óptimas condiciones la temperatura corporal.
Evitar permanecer periodos prolongados expuestos al sol, e ingerir bebidas azucaradas o alcohólicas, ya que estas producen calorías que no son benéficas para el cuerpo.
Cuando una persona presenta golpe de calor o alguno de los síntomas es recomendable trasladarla de inmediato a la unidad médica, donde el personal médico le proporcione el tratamiento adecuado, además de vigilar la hidratación correcta del paciente.