Las barras americanistas le hicieron caso a Jorge Vergara, presidente de las Chivas, y no viajarán a Guadalajara para presenciar el Clásico Nacional.

Tanto La Monumental como la Disturbio notificaron a los altos mandos de la directiva azulcrema que se quedarán en la capital, luego de que se diera a conocer que en el estadio Omnilife se impedirá la entrada a los barristas de ambos equipos el próximo domingo.

En el cuadro amarillo aplaudieron el apoyo de ambas organizaciones, debido a que contribuye a mantener la paz y el ambiente de tranquilidad en las gradas del futbol mexicano.

"La postura del América ha sido siempre tratar de que el espectáculo sea familiar. Fuimos los primeros en credencializar y tratar de que esté ordenado, regulado y que las gentes que quieran ir al estadio, lo disfruten, tanto las barras como las no barras", dijo un directivo americanista, que solicitó el anonimato.

En el caso de La Monumental se estima que está conformada por alrededor de 2 mil personas, aunque en los partidos de alta demanda pueden llegar a sumar 3 mil.

Después de su creación en 1999, La Monu se ha visto envuelta en diversos conflictos. El más violento se dio en 2004, cuando en un duelo de Copa Libertadores entre América y Sao Caetano de Brasil, algunos de los integrantes de la barra azulcrema se vieron inmiscuidos en una bronca e invasión de cancha.

Tras ese suceso, el entonces presidente de las Águilas, Javier Pérez Teuffer, anunció la credencialización de sus grupos de animación.

El grupo, gradualmente, se ajustó a las normas de la dirigencia azulcrema y comenzó a identificar a sus integrantes. No obstante, no se ha librado de la violencia, ya que en febrero del año pasado se involucró en una gresca en Neza, cuando el América visitó a los Toros en un duelo de Copa.
Ese incidente conllevó una suspensión a la barra para un encuentro posterior ante Cruz Azul, al cual se le impidió el acceso.

Ahora que la violencia generada por las barras vuelve a estar en el ojo del huracán, La Monumental y Disturbio prefirieron evitar un viaje al Clásico Nacional para no verse inmiscuidas en sucesos que les pueda acarrear un nuevo castigo, ahora por parte de la Liga.