Además de llorar la derrota de Brasil 1-7 ante Alemania en el partido de semifinales en la Copa Mundial de Futbol, cientos de hinchas brasileños salieron ayer a las calles de Sao Paulo y quemaron camiones y banderas de su país.
De acuerdo a algunos medios brasileños, la policía tuvo que usar gases lacrimógenos para dispersar a la multitud en varias ciudades, incluyendo Sao Paulo, Belo Horizonte y Río de Janeiro.
Según el diario Folha de Sao Paulo, 20 autobuses fueron incendiados en la zona sur de Sao Paulo, en un garaje donde se almacenaban vehículos en desuso. Otros tres autobuses más fueron quemados en otras zona.