Y cuando algunos dudaban si este tipo de manifestaciones (por el esclarecimiento del caso de los normalistas de Ayotzinapa) pueden tener algún eco en el extranjero, así, por casualidad, se apareció el escritor que da honor a las palabras y su resonancia: Umberto Eco, quien dijo haber leído en la prensa italiana lo ocurrido en Guerrero.
Así pues, también poniendo su granito de arena, Eco se acercó, solidario, al grupo de mexicanos que pidieron ayer que regresen vivos los estudiantes desaparecidos.
Cada vez que Gracia leía la lista de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos se le hacía un nudo en la garganta. Gritaba uno a uno cada nombre, haciendo pausas para que sus compatriotas respondieran a todo pulmón: "¡Los queremos de regreso!"
Ahí estaba, en pleno centro de Milán, junto al grupo de mexicanos que viven en Italia y que gracias a las redes sociales habían logrado ponerse de acuerdo para manifestarse por los recientes hechos en Iguala, Guerrero, que tienen a México en vilo.