Tardó poco más de siete meses, pero Pumas volvió a ser el equipo agresivo y acometedor de otros tiempos en Ciudad Universitaria. Se pareció por momentos al del Clausura 2011 (cuando fue campeón), con ese sello distintivo del técnico Guillermo Vázquez. Tenía que ganarle al Monterrey y lo hizo, calificando a la liguilla como octavo lugar y olvidándose de los ocho partidos que tenía sin ganar en casa.
Es cierto que un día antes tuvo una dosis de fortuna, sobre todo porque tres de los cuatro resultados que necesitaba (que no ganaran León, Santos ni Querétaro) se dieron a su favor. Pero, aún así, el equipo universitario cumplió con su parte.
En diez minutos, Universidad ya ganaba por dos goles gracias al paraguayo Dante López, que robó un balón en la salida y lo puso por un lado del portero Jonathan Orozco (5’), y a David Cabrera, que se mandó "el mejor gol de su carrera", según diría después, al pegarle desde fuera del área directo al ángulo (10’).
Para entonces no había errores ni descuidos. Era un juego perfecto hasta el desvío de Darío Verón (13’), que cambió la trayectoria del disparo de Omar Arellano y puso el marcador 2-1. Por primera vez se notó nerviosismo e incredulidad; sin embargo, Pumas siguió y no cambió de idea. Volvió a darle velocidad a sus ataques y encontró en un tiro de esquina, después de varios rebotes, la anotación de Eduardo Herrera (16’), quien sólo tuvo que chocar la pelota a la red mientras Jonathan Orozco se perdía entre los defensas.
Al poco tiempo, Ismael Sosa y Dante pudieron haber decidido el resultado, pero los dos fallaron. Cabrera lo intentó como en el segundo gol, mas se encontró con una atajada espectacular de Orozco, que mandó el esférico a tiro de esquina.
Con todo y lo mal que la pasaban, los Rayados aprovecharon otro descuido de la defensiva universitaria (44’), justo por el mismo lado que cubría el argentino Francisco Dutari, quien inició por primera vez como titular en lugar de Marco Antonio Palacios, y pusieron las cosas 3-2 con un tanto de Cándido Ramírez.
Fue ese el lapso más crítico de Universidad en todo el partido, porque, al comienzo de la segunda parte, todo volvió a lo que había sido antes. Para ello resultó fundamental el ingreso de Daniel Ludueña, quien equilibró y le dio pausa al medio campo.
Precisamente, de un tiro libre de Ludueña, en el que Diego Pacheco cometió mano, se derivó el penal con el que Herrera puso el 4-2. Al final hubo tiempo para que Jesús Gallardo, de Pumas, hiciera su debut profesional.
"No deben estar tranquilos"
Eduardo Herrera, delantero de Pumas, termina la fase regular del torneo como el mejor mexicano ubicado en la lista de anotadores. Y no sólo eso, además cierra su mejor semestre a nivel individual y llega a la liguilla siendo uno de los titulares fijos en el esquema universitario.
"Son ocho goles y estoy contento, pero apenas empieza lo bueno", responde Lalo, antes de pasar a lo que representa enfrentar al América en los cuartos de final.
"Qué bueno que sea contra ellos, porque son partidos que se viven con mucha intensidad y la gente los disfruta. Llegan como líderes, pero no sé quién podría sentirse más cómodo. Seguramente ellos no han de estar tan tranquilos de enfrentarnos, saben que en el torneo nosotros les sacamos una victoria", agrega.
Con esa misma confianza, el técnico Guillermo Vázquez reconoce la disposición que ha encontrado en sus futbolistas desde que llegó y, aunque es consciente de la diferencia de puntos que le sacan las Águilas, ve posible un resultado a su favor.
"Tenemos posibilidades como cualquier otro equipo. Me da gusto por los jugadores, por su disposición y profesionalismo. Se cumplió el primer reto, pero ahora viene otro. Venimos motivados, aprovechamos el momento indicado y nos cae muy bien enfrentar al América", concluye.
Más dudas en Rayados
Carlos Barra, entrenador del Monterrey, llega con más preocupaciones de las que creía posibles a la liguilla. Su equipo no gana desde la fecha 12 y acumula tres derrotas consecutivas, contando la de ayer en Ciudad Universitaria.
"Sin duda tenemos que mejorar, pero al mismo tiempo estamos conscientes que tenemos un gran plantel, con jugadores de alto nivel que están acostumbrados a jugar la liguilla", señala.
Aún cuando los Rayados tuvieron oportunidad de alcanzar a Pumas en el marcador, sobre todo, dice Barra, al momento de ir 2-1, queda el descontento de no poder aprovechar las oportunidades que se les presentaron.
" Esperemos que en la fase final, que es donde debemos mostrar toda nuestra capacidad, pese la experiencia y sigamos avanzando", continúa.
Desde su perspectiva, las ausencias de Dorlan Pabón, goleador del equipo, y de Jesús Zavala, uno de sus ejes fundamentales en el medio campo, no sirven de excusa para describir la derrota.
"Si estamos en la liguilla es porque no nos regalaron nada y porque nos merecemos estar ahí. Vamos a buscar mejorar, para que eso nos permita seguir en la pelea por el título", comenta.
El Monterrey enfrentará al Atlas en los cuartos de final y, pese a no encontrar todavía su mejor nivel, Barra confía en que la semana sirva para recuperar la confianza y ganar en el juego de ida.