Distrito Federal.- Hace algunos días tuve la oportunidad de visitar Ciudad Juárez. En todo el trayecto hacia la aduana, donde llevaríamos a cabo una visita de supervisión a las obras para modernizar la sección aduanera del puente Zaragoza, percibí una gran energía y dinamismo. Se ven obras de todo tipo: naves en parques industriales, modernización de vialidades, centros comerciales y desarrollos habitacionales. La transformación de Ciudad Juárez es evidente.
Y esa impresión contrasta con lo que apenas hace algunos años era la imagen de Ciudad Juárez.
Todos los mexicanos compartimos el dolor de los juarenses cuando su ciudad estaba sacudida por la ola de violencia que dañó a miles de familias y dejó secuelas en todos los ámbitos, incluido el económico.
Hoy la situación se ha revertido: la violencia ha bajado drásticamente y para ilustrarlo está el INEGI que reporta una disminución del 84% en el número de defunciones por homicidios en la ciudad entre 2010 y 2013.
Además, en estos últimos tres años, las denuncias por secuestro pasaron de 48 a sólo una. La rapidez en la que se ha restablecido la paz y el orden en la ciudad es excepcional pero también es resultado del trabajo entre sociedad y gobierno. Los empresarios con los que me reuniría más tarde, lo llamaron resiliencia. Ese valor que tienen tanto los individuos como las sociedades para adaptarse y superar la adversidad.
Con ese mismo espíritu, en mi primera reunión de trabajo con la industria manufacturera de exportación en Ciudad Juárez, lo primero que escuché fue: "lo que queremos es ser más competitivos, agregar más valor a nuestros productos y ofrecer empleos mejor remunerados". Estos objetivos en un sector que actualmente emplea a más de 260 mil personas en Ciudad Juárez, representan una gran oportunidad que no debemos desaprovechar.
En el transcurso de la conversación, percibí que el modelo maquilador que ha servido por muchos años a la región, también se está transformando y que, así como sucedió en Japón, Corea del Sur y más recientemente en China, se está moviendo a etapas más avanzadas en la cadena de valor, donde el capital humano es cada vez más importante. Es ahí donde el Gobierno de la República puede y debe intervenir para acelerar este proceso con inversiones en proyectos como el Centro de Innovación y Emprendimiento Logístico que están promoviendo las cámaras empresariales de Ciudad Juárez.
Para concluir mi visita sostuvimos un diálogo muy franco y abierto con parte de la comunidad empresarial de Ciudad Juárez, para buscar soluciones a las problemáticas que más le apremian como preservar y fortalecer el Estado de Derecho, para incrementar la competitividad de la ciudad, mejorar los servicios públicos como la seguridad, el transporte y la educación; modernizar la infraestructura de comunicaciones, y desarrollar proyectos que detonen una mayor integración nacional y generen valor.
Ciudad Juárez es la octava zona metropolitana más grande de México y su posición estratégica cercana a los Estados Unidos la coloca como uno de los tres puntos económicos más importantes en el norte del país. Tiene el potencial de convertirse en un polo de desarrollo nacional y regional. Invertir en Juárez será, sin duda, apostar por el crecimiento de México, y eso es lo que hará el Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto.
Después de mi visita a Ciudad Juárez estoy convencido que hacer equipo con los juarenses y sumarse a este esfuerzo extraordinario es abonar a una historia de éxito que debiera ser ejemplo para el resto del país. Ciudad Juárez es hoy un ejemplo de que es posible superar la adversidad y transformarse para tener un mejor futuro.
Saludos