El Monte Saint-Michel, un imponente promontorio de granito en el centro de una bahía del noroeste francés, recibió hoy la llamada ´marea del siglo´, que elevó las aguas del Atlántico 14.6 metros de altura y ofreció una espectacular estampa de ese célebre enclave turístico.
La marea creció el equivalente a un edificio de cuatro pisos de altura y, por primera vez en el siglo XXI, sumergió completamente la pasarela que conecta la costa con el Monte Saint-Michel, clasificado como patrimonio de la humanidad por la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) desde 1979.
Se trata de un fenómeno que se repite en ciclos de unos dieciocho años y medio y que deja completamente rodeado de agua el emblemático pueblo medieval, una península con falsa apariencia de islote coronada por una abadía situada a 170 metros por encima del nivel del mar.
El punto álgido de la crecida se produjo a las 20.03 hora local del sábado (19.03 GMT), con un coeficiente de 119 en una escala de 120 puntos, según el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Marina (SHOM). El máximo del año pasado fue de 115 puntos.
Si durante todo este primer fin de semana de la primavera europea la pleamar resulta extraordinaria, no lo es menos la bajamar, que en solo seis horas dejará sin agua planicies habitualmente sumergidas.