Hoy es 28 de Noviembre de 2024

En 1993, un año antes del TLCAN, México tenía una balanza deficitaria en materia agropecuaria con Estados Unidos y Canadá, que crecía todos los años, y en 2018 con esos países alcanzó una balanza superavitaria de 7,300 millones de dólares que tiende a aumentar.

México en 2018 exportó 35 mil millones de dólares en productos agropecuarios, para situarse en el lugar 10 a nivel mundial, según Organización Mundial de Comercio (OMC).

El primer lugar lo ocupa la Unión Europea con 681 mil millones de dólares, seguido de Estados Unidos con 172 mil millones de dólares, Brasil con 93 mil millones de dólares, China con 83 mil millones de dólares y Canadá con 69 mil millones de dólares.

Indonesia tiene la sexta posición con 46 mil millones de dólares, le sigue Tailandia con 44 mil millones de dólares, India con 39 mil millones de dólares y Australia con 38 mil millones. En 2017, el lugar 10 lo ocupó Argentina que en 2018 fue superada por México.

Las mayores exportaciones mexicanas son aguacate (2,392 millones de dólares), tomate (2,262 millones de dólares), frutos del género pimienta (1,158 millones de dólares), frutos rojos (927 millones de dólares), nueces (769 millones de dólares), animales vivos (758 millones de dólares), cítricos (597 millones de dólares), carne de cerdo (536 millones de dólares), y pepinos (521 millones de dólares).

En el imaginario de la sociedad mexicana está muy extendida la idea de que el campo mexicano es un desastre, de que no produce y que desde 1994, con la entrada en el TLCAN, el país empezó a importar una gran parte de sus alimentos y que por lo mismo existe una balanza deficitaria en el área agropecuaria.

La realidad no es esa y los datos de la OMC así lo demuestran. El tema del campo es muy complejo. Es cierto que hay un sector muy atrasado en tecnología y productividad que vive en una crisis permanente. A pesar de los esfuerzos de muchos gobiernos y de muchos recursos ese sector no ha logrado salir de la crisis.

Entre otras causas, las hay muchas, es que esos sectores viven y producen en zonas que no son aptas para la agricultura y la ganadería. Si esos campesinos permanecen en esos lugares y desarrollan las mismas actividades nunca saldrán de la pobreza y seguirán reproduciendo una crisis estructural.

Junto a ese sector en el país convive otro que se ubica en las zonas de riego que cuenta con la tecnología agrícola más avanzada del mundo y con muy altos índices de productividad que hacen a estos agricultores muy competitivos en los mercados internacionales. Son ellos los que producen para los mercados de exportación.


Twitter: @RubenAguilar