El presidente de EE.UU., Barack Obama, se ha llevado el Nobel de la Paz. Y su primera reacción al conocer la noticia ha sido afirmar que se siente "honrado" por esta distinción. En una sorprendente decisión que nadie esperaba (Obama llegó a la Casa Blanca hace sólo nueve meses), el Instituto Nobel noruego le ha otorgado este galardón "por sus extraordinarios esfuerzos para fortalecer la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos".
El primer presidente negro de Estados Unidos apuesta por el desarme y por retomar las conversaciones de paz en Oriente Medio, dos objetivos reconocidos por el jurado como merecedores del premio, dotado con 10 millones de coronas suecas (un millón de euros), que será entregado el 10 de diciembre en Oslo.
"Muy pocas veces una persona con unos orígenes como los de Obama logra la atención del mundo y da a la gente la esperanza de un mejor futuro", ha afirmado el comité.
El Nobel de la Paz ha sido este año una sorpresa, con otras personalidades como el primer ministro de Zimbabue, Morgan Tsvangirai, o las colombianas Piedad Córdoba e Ingrid Betancourt, entre los posibles receptores del premio. El nombre del actual inquilino de la Casa Blanca había aparecido en algunas quinielas, pero la mayoría pensaba que era demasiado pronto para que se lo llevara, teniendo en cuenta que sólo lleva nueve meses al frente de EE.UU.
