Hoy es 06 de Octubre de 2024

Por Severo Ley Morales

No es por falta de ideas o la ausencia de buenos temas para reflexionar ésta semana, pero hoy trataré de abordar esas "cosas comunes" que nos plantea un experimentado comunicador, maestro y actualmente director general del Colegio de Bachilleres, quien semanalmente
nos propone buscar nuevas perspectiva en nuestros pensamientos y actitudes.

El master José Luis García, en su rústica colaboración del domingo 17 de julio en El Heraldo de Chihuahua "Las cosas comunes.
¡De vacaciones...! Con tu computadora," nos plantea una situación nada atípica en la juventud mexicana y de otros países: la dependencia a las tecnologías y a las redes sociales.

El insípido cuentecillo de José Luis narra un conflicto doméstico de un padre tratando de persuadir a sus tres hijos "tecnoadictos" para que dejen sus laptops antes de partir a las muy "merecidas" vacaciones anuales. El escrito dominical nos hace cómplices de la frustración y amargura de un papá casi iracundo, que da muestras de intolerancia, de ofuscación y de ser inflexible e incapaz de razonar acorde a su "status" para comprender los deseos y necesidades de sus retoños.

El coloquial texto plasma las reacciones y reflexiones de un jefe de familia que, bajo los imperativos "se hace lo que yo digo", "yo soy tu padre", "tengo todo el derecho" y "tu tiempo es de estar con la familia", intenta convencer o justificarse ante sus lectores, a los cuales termina por sofocarlos con una historia carente de imaginación literaria y de una propuesta educativa nada acorde a los tiempos actuales.

Empero en la aburrida redacción de García Rodríguez (verídica o ficticia, no lo sé), reconozco que sí nos plantea un problema grave y muy serio en los y las jóvenes, pero que a la gente común no sólo le pasa antes de irse a sus vacaciones anuales.

Y es que el meollo de este relato es un remordimiento paternal por no poder conversar en todo el año con sus hijos y que en sus días de asueto pretende, ahora sí, escucharlos y ser escuchado a como dé lugar. Otro punto que sí es alarmante en la historia es la pesadumbre que sufre el patriarca al ver que sus retoños prefieren sus " laps" que el estar y conversar con su progenitor. ¿Será ésta la "realidad" del director de Colegio de Bachilleres? ¿O es sólo una "historietita" dominical común para seguir vigente en los medios?

Si la situación narrada por García es verídica, es justo hacerle varias acotaciones: Que su pobre publicación, similar a Casos de la Vida Real, nos plantea una realidad que difiere kilómetros de la situación de los chihuahuenses y de los mexicanos en general.

Yo no sé de qué país habla García en su primer párrafo que dice:... ."descansar unos días fuera de la ciudad como anualmente se acostumbra en nuestro país". Y es que según una encuesta de SECTUR, el 53% de los mexicanos viajan ahora menos que antes, y los que sí lo hacen, confiesan haber gastado hasta ocho mil pesos en sus últimas vacaciones (no dice si es por persona o por familia). Como sabemos, los mexas no tenemos una cultura de "turistear". En otros países, como en Estados Unidos, sí tienen esta costumbre de vacacionar y más los europeos, que lo hacen hasta tres veces al año.


¿Será que el compa García ya se nos agringó de plano o será el exceso de trabajo que lo hizo perder su brújula ubicándolo en otro país?

Usted, gente común como yo y como muchos, ¡se imagina el costo de unas vacaciones de una familia de dos adultos y tres adolescentes, que tragan como huérfanos, en Mazatlán! ¿Sabe lo que gastaría en boletos de autobús, alimentación, hotel, souvenirs, taxis, etc...uff...vaya cuentón?


Podría pensarse que ir a la Sierra de Chihuahua es una buena opción ¿no? Pero, a cómo está la gasolina, casetas, comidas, hospedaje...etc. Es casi imposible para muchos de nosotros. Además, los que quieren ir a sus merecidas vacaciones deben tener su "coche" en óptimas condiciones: llantas buenas, afinación, revisión en general, etc. Otro cuentón.


Es triste nuestra realidad pero de vacaciones sólo se va en muebles con placas vigentes y con seguro. No podemos ir los que andamos en carritos "pafas", esos no tenemos acceso y que somos bastantes.

Esta realidad chihuahuense sí está de pánico, Mr. García, y no como lo que provocan los gritos del puberto de su hijo.

Salir de vacaciones, amigos comunes, es solamente para un sector muy exclusivo del estado. Es sólo para los que tienen un trabajo y Chihuahua ocupa una de las tasas más altas en desempleo actualmente. Dos: para los que tienen un carro en buenas condiciones, y tres: para los que ganan buenos salarios y pueden ahorrar una buena lana y no tienen que gastarla en pagar escuelas privadas porque no aceptaron a sus hijos en la UACh o en el Bachi, colegiaturas de infantes, campamentos de verano, porque los dos trabajan, arreglar la casa, pagar deudas o en otras cosas comunes.

Pero la realidad más ofensiva que nos plantea el texto del Profe José Luis es que cada uno de sus hijos sale con su laptop ..... vaya que sí ganan bien los burócratas, porque hay familias que sólo tienen una compu "armada" de escritorio, viejita y que parece transformer; y eso sin contar que las laps de los afortunados cachorros García seguramente tienen un dispositivo BAM (banda ancha móvil) de alta velocidad. "...inche realidad de esta familia".

Esta anécdota de José Luís, señores y señoras, no es una historia común como la de la familia Peluche, The Simpsons o la de Anthony Queen en "Los Sánchez", !noooooo!!!. Sus niños son niños bien, hijos de papi y que en sus vacaciones no tienen que trabajar, como muchos jóvenes de Chihuahua, en los MacDonals, de cerillitos, vendiendo periódicos o paletas, de meseros, en la obra o de mensajeros para ahorrar y poder saldar su próxima colegiatura o para sus útiles escolares.

¿Qué el Director del Bachi no se da tiempo de ver cuál es la "neta" de las familias del estado? ¿Qué se le olvidó como las familias batallan para pagar los camiones, usando las tarjetas de descuentos y que muchos chihuahuenses tienen que ir a los Ciber a realizar tareas y enviar currículos? ¡Que lamentable que la máxima autoridad del nivel medio superior de Chihuahua haya perdido en tan poco tiempo la perspectiva de la realidad y nos presente "su" realidad aburguesada, de sus niños "bien" y tecnoadictos!. Qué pena que el ex jefe de información de El Heraldo, viejo asesor del PRI, ex director del SEA, actor mediocre, maestro de doble proa, conductor designado de medios en la campaña duartista y a quien le obsequiaron su cargo actual, sin contar con estudios normalista, pedagógicos, didácticos, educativos y que vergonzosamente ha sido el funcionario que rompió récord en los websites periodísticos por las críticas, trapitos al sol que le sacaron, advertencias a los alumnos y sandeces a su persona que publicaron sus "amigos".


Pese a las adversidades públicas, gremiales y educativas, "La Pepa" ha trabajado duro con la grilla y ha sabido mantenerse con un discurso progubernamental y con un séquito de "cuidaespaldas" en las oficinas del Colegio de Bachilleres.

Es inverosímil cómo este "viejo lobo de mar" del periodismo chihuahuita no pueda dilucidar las carencias de nuestro estado y nos relate ufano "su" opulenta vida empañada por una crisis que desataron sus tres vástagos y sus mega computadoras compradas en Best Buy.

¡Que pena que el mandón del Bachi, que aparece siempre bañado en perfumes baratos, combinado su olor a cigarros mentolados y enfundado en trajecitos de mala marca, nos comparta su limitada interacción paternal, sus desavenencias, el olvido en que tiene a sus hijos y que utilice sus merecidas vacaciones para torturarlos con sus obligaciones de pater familias!..... ¡Que gueeeeeva!, como dicen los chavos.

José Luis, discúlpame, pero su realidad europea, agringada o del Ortiz Mena pa’rriba, es muy diferente a la de la 20 de Noviembre hacia el Sur.

Pero si su texto es ficticio, que es lo que deduzco, pues solamente es un cuentecillo ridículo para manifestarse o estar vigente con un tema muy serio y preocupante abordado con mucha ligereza, sin ningún sustento sociológico, que aporta muy poco y que es solamente un monólogo de abarrotes, una plática de la rutera o una conversación con el espejo.

Pero, al margen de la envidiable situación económica de los García o de su limitada propuesta en los "procesos educativos" como menciona JLGR, lo que sí nos debe de ocupar son los desajustes que generan con sus padres y su contexto social las adicciones digitales.


La responsabilidad en el uso la tecnología ES únicamente de quien se las proporciona y patrocina: sus padres. Es indispensable tener un estricto control en los dispositivos electrónicos como Internet, videojuegos, teléfonos móviles o TV.

Es muy importante que los usuarios conozcan las maravillas de la tecnología pero a la vez, de las consecuencias a la salud emocional, física, familiar, creativa y con su realidad por un uso excesivo. Así cómo también los padres deben de educar y cuidar a sus hijos de este nuevo inquilino de la cotidianidad educativa y de ciertos hogares.

Los comparto, a manera de conclusión, que Parry Aftab, experta en seguridad de los menores en Internet y que dirige WiredSafety.org, una ONG pionera en este área y que cuenta con 11.000 voluntarios en 76 países, expuso para un diario español:

• "Los jóvenes están utilizando sus teléfonos móviles para cientos de cosas pero principalmente para relacionarse entre ellos. Entran en internet, se mandan mensajes, actualizan sus perfiles de Facebook o twiter, pero también se mandan fotos con contenido sexual. El problema es que los padres no ven lo que sus hijos están haciendo con sus celulares, sus computadoras o sus videojuegos. (…) ahora hay peligros que no conocemos, los padres no conocen lo suficiente sobre nuevas tecnologías como para ayudar a sus hijos a estar protegidos".

•Los jóvenes pueden hacerse daño a sí mismos simplemente escribiendo en Facebook algo que luego pueda arruinar su día, su semana o el curso entero. También pueden hacerse daño entre ellos y por supuesto pueden ser molestados por terceras personas. (…) En el caso del cyberbullyng es difícil saber cuándo pasa esa línea en la que deja de ser un mensaje molesto y pasa a ser una amenaza real y se convierte en algo criminal.

• Últimamente se está dando mucho algo que podría llamase abuso [maltrato] digital’: parejas demasiado celosas que quieren saber en todo momento dónde estás, con quién estás, con quién te intercambias mensajes, quién te llama. (…) las nuevas tecnologías están tomando un papel muy importante en las relaciones [de pareja].
Ahora es muy fácil espiar a tu pareja y hay ciertas acciones que pueden derivar en una falta de intimidad.

• Está aumentando el riesgo de enfermedades mentales en los jóvenes. Están siempre conectados a sus dispositivos y están sufriendo un nivel muy alto de estrés.
¿He recibido un mensaje? ¿Lo he respondido lo suficientemente rápido? En Estados Unidos, un 24% de los jóvenes duerme con el móvil al lado para no perderse ni un mensaje. Eso quiere decir que están perdiendo horas de sueño con lo que esto conlleva en el desarrollo físico y psicológico de los adolescentes.

• Lo mejor que pueden hacer es hablar con sus hijos, conocerlos, formar parte de sus vidas. (…) Es necesario pasar tiempo juntos, como familia. Probablemente la mejor arma para luchar contra las amenazas en la Red sea una buena cena en familia. (…) cuanto más cercano estés a tus hijos, más fácil te resultará protegerlos de los riesgos que hay en la red. Lo que no hay que hacer es espiarles. Si creen que les están espiando lo que hacen, no van a confiar en ti cuando tengan un problema.

• También es importante que los padres pongan las normas porque si no tienen unas normas que cumplir, se las van a saltar. Hay que dejarles bien claro que no pueden enviar o recibir mensajes por la noche, que no pueden llevar el móvil a clase o navegar por la red cómo y cuándo quieran, que tienen que enseñarte todo lo que se descargan.
Al final es igual que en la vida real, tú dices a tus hijos qué es lo que está bien y lo que está mal y si tienes una buena relación con ellos, te harán caso.


Con esta humilde colaboración, que pongo para todos Ustedes, los convoco a que cuidemos y escuchemos a nuestros hijos diariamente. A que se desconecten un poco de sus obligaciones, de sus Black Berry, IPod y se conecten física y mentalmente con sus hijos, al aire libre, en encuentros con primos y tíos y regresemos más a los juegos de antaño.