Hoy es 28 de Noviembre de 2024

Los aficionados de los Gigantes congregados ayer por la noche el miércoles en las calles de San Francisco descorcharon el champán, encendieron hogueras, bailaron en un pogo y abrazaron a desconocidos cuando su equipo logró su tercera victoria en las Series Mundiales en otras tantas apariciones en el torneo, una victoria tan agradable como el cálido aire de octubre tras el séptimo encuentro de la serie.

Sabía que íbamos a ganar. Son los gigantes, hacen esto todo el tiempo", dijo la nativa de San Francisco Barbra Norris, de 54 años, sobre el improbable resultado 3-2 que consiguió el equipo, jugando fuera de casa tras un aplastante blanqueada en Kansas City el día anterior.

En algunos lugares, la atmósfera de fiesta se volvió más descontrolada al avanzar la noche.

Tres personas resultaron heridas en incidentes separados, dos por disparos y una por arma blanca, indicó el vocero de la policía Gordon Shyy. Las lesiones por armas de fuego no ponían en peligro la vida de los heridos, señaló, pero no tenía detalles sobre el apuñalamiento.

Poco después de que comenzaran las celebraciones, Shyy dijo que los agentes hicieron "un puñado de arrestos" cuando los fanáticos llenaron las calles y bloquearon el tráfico en torno al Civic Center, en el distrito de Mission, y en la calle Market, a distancia de paseo del AT&T Park. No hubo información actualizada sobre arrestos más tarde.
El "San Francisco Chronicle" informó de que en la zona en torno a las calles Tercera y King se registraron más alborotos, con miles de aficionados lanzándose cerveza entre sí, destrozando botellas, encendiendo hogueras y disparando fuegos artificiales. Eso provocó una intervención de la policía antimotines, que estableció un perímetro en el área.

El diario indicó que en un momento dado, la policía se alineó y algunas personas lanzaron botellas, algunas de las cuales se estrellaron en el suelo y otras contra los agentes.

Las escenas de noche salvaje se prolongaron hasta la madrugada del jueves. Shyy indicó que poco después de la medianoche seguía habiendo gente en algunas calles encendiendo fuegos, por lo que la policía trabajó en despejar la zona.

Antes, durante la tarde, unas nueve mil personas se reunieron en una plaza al aire libre donde el Ayuntamiento había colocado una pantalla.

La multitud coreaba "Vamos, Gigantes" cada vez que los aficionados a mil 800 millas de distancia coreaban por su equipo y entonaban un profético "M-V-P" cada vez que el astro de los Gigantes Madison Bumgarner, elegido más tarde como jugador Más Valioso, subía al montículo.