El estilo de Floyd Mayweather no le gusta a la mayoría de los aficionados, pero es simplemente invencible. El estadunidense venció al filipino Manny Pacquiao en la pelea más esperada de los últimos tiempos y se coronó monarca welter de los tres organismo más importantes del profesionalismo: el Consejo Mundial de Boxeo (CMB), la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y retuvo en su poder el cinturón de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) que le arrebató ayer a Pacman.

Pese a que los primeros rounds fueron intensos, con un Mayweather que intentó ir al ataque y con un Pacquiao que intentó ser calculador y logró conectar en más de una ocasión al invicto estadunidense, del séptimo round adelante, Pacman no logró superar la barrera defensiva de Money, que fue amplió ganador en las tarjetas de los jueces que marcaron 116-112 en dos ocasiones y una más con 118-110.

La jornada de la batalla entre dos de los peleadores más importantes de la última década llegó cinco año después de que por primera ocasión se manejó un posible enfrentamiento que podría ser de época.

Después de largas negociaciones Mayweather y Pacquiao subieron al cuadrilátero. La combinación de la espera y de tener a dos seguros miembros del Salón de la Fama del Boxeo frente a frente, pese a las derrotas de Pacquiao, convirtió a esta pelea en la más lucrativa de la historia.

La llamada Pelea del siglo logró que por segunda vez en la historia del boxeo en Estados Unidos dos televisoras (Showtime y HBO) lograran una transmisión conjunta, e incluso que en México, por primera vez, las dos televisoras abiertas, transmitieran una pelea de manera simultanea.

Mayweather sorprendió atacando un poco más en el primer round y Pacquiao salió siendo más precavido de lo normal en ese episodio.

Para el segundo, Pacquiao empezó a ser más ofensivo y conectó a Mayweather en varias ocasiones y, aunque no fueron con tanta contundencia logró impactar el campeón invicto.

Floyd fue fiel a su estilo en el que su defensa es infranqueable, y a pesar de que en varias ocasiones se vio arrinconado, los golpes de Pacquiao no pudieron mermarlo cuando sus brazos estaban protegiendo su rostro y pecho.

Fue hasta el sexto round cuando Pacquiao retomó fuerzas para lanzar ataques, pero después de eso no logró volver a hilvanar un ataque ni largo ni contundente.

Con el paso de la contienda, Pacquiao lucía más cansado y su ímpetu iba bajando hasta llegar a la decisión.

A segundos del final Mayweather alzó la mano en señal de ser el ganador y al terminar el combate, subió a las cuerdas. Pacquiao también intentó celebrar, pero lucía con más dudas que su rival.

Mayweather (48-0, 26 KO) cumplió con su misión de seguir invicto y pese a ello, por su estilo defensivo y su fama de ser una persona arrogante, fue abucheado cuando se dio el veredicto final. Al final no quiso hablar sobre su potencial retiro y sólo comentó que tiene seguro volver al ring en septiembre.

Pacquiao (57-6, 38 KO) llegó al combate entre aplausos y vitoreos, y como la esperanza de que el estilo ofensivo se impusiera, sin embargo salió del ring, con un notorio silencio de los aficionados.