La novela Still Alice (2007) de la neurocientífica Lisa Genova es la base del guión de Siempre Alice (Estados Unidos, 2014) de los directores Wash Westmoreland y Richard Glatzer.
Glatzer padece la enfermedad neurodegenerativa conocida como ALS (Esclerosis Lateral Amiotrófica) que lo obligó a ver el estreno de su película desde una silla de ruedas.
En la película Alice Howland (Julianne Moore) es una profesora de lingüística en la Universidad de Columbia. Tiene 50 años y descubre, con dolor y angustia, que tiene principios de Alzheimer.
Está en el mejor momento de su carrera y vive feliz con su esposo John (Adam Baldwin), que también es científico y sus hijas Lidia (Kristen Stewart) y Anna (Kate Bosworth) y su hijo Tom (Hunter Parrish)
La vida que lleva se ve rota, de pronto, por una enfermedad que no tiene remedio. Ella decide con plena conciencia hacer frente a su situación. Cada integrante de la familia asume esta realidad de manera distinta.
Cada uno en la vida de todos los días convive con esa situación. Lidia, la hija menor, la que vive lejos y pelea con su madre, es al final quien deja su trabajo y se hace cargo de ella.
La traducción literal sería "todavía Alicia". Pienso que es un título más exacto. Mientras veía la película no pude dejar de pensar en mi mamá, que se llama Alicia, mi relación con ella y con su Alzheimer.
Los directores tratan el tema con discreción y nunca caen en el melodrama. Describen lo que ocurre con Alice y su familia.
La película gira en torno a la actuación de Julianne Moore. Su rostro "narra" la progresión del mal y proyecta todo tipo de sentimientos: sorpresa, preocupación, dolor, angustia, desesperación, tristeza y también el vacío.
Me gustó mucho la actuación de Kristen Stewart, que hace el papel de Lidia la hija; le da una gran profundidad a su personaje.
En 2014, Moore gana el Oscar como mejor actriz y el mismo premio en los Globos de Oro y los BAFTA. Y otros muchos premios y reconocimientos por su actuación.