La primera pandemia documentada de la historia es la de Atenas, que golpeó a la ciudad en el 430 a.C., durante el siglo de Pericles.
En la Historia de la Guerra del Peloponeso, Tucídides da cuenta de ella y explica cómo se propagó de Etiopía a Egipto y de ahí a Grecia. El virus debió llegar por El Pireo, el puerto de Atenas.
Era el segundo año de la Guerra del Peloponeso entre Atenas y Esparta por el control del mediterráneo. Tucídides se contagió y describe sus síntomas: fiebre, mucha sed y manchas en el cuerpo.
La guerra llevó a gente del campo y también a la que vivía fuera de las murallas de Atenas a refugiarse en la ciudad de por sí ya densamente poblada. Esto propició el contagio masivo.
En esa ocasión murió un tercio de la población de la Ciudad-Estado, unas 300,000 personas, de acuerdo a investigadores de la Universidad de Atenas.
"Jamás se vio en parte algún azote semejante y víctimas tan numerosas; los médicos nada podían hacer, pues de principio desconocían la naturaleza de la enfermedad. Además, fueron los primeros en tener contacto con los pacientes y morían en primer lugar", afirma Tucídides.
La epidemia tuvo dos "rebotes" uno en 429 a.C. y el otro en 426-425 a.C. Hoy los especialistas están de acuerdo en señalar que la enfermedad fue la fiebre tifoidea.
La pandemia mató a gran parte de la infantería ateniense, algunos de los marinos más expertos y al mismo Pericles, el general ateniense, que murió en el "rebote" de 429 a.C.
La Ciudad-Estado de Esparta y gran parte del Mediterráneo oriental también fueron afectados por la epidemia, aunque en menor medida.
En ese entonces los testigos de la pandemia se preguntaron sobre la posibilidad real de la desaparición del género humano.
Es hasta el 415 a.C., 15 años después, que la ciudad se pudo recuperar, según Tucídides, para organizar la desastrosa expedición a Sicilia.
La epidemia ocurre en el momento de esplendor de Atenas y para algunos historiadores, la crisis que provoca la pandemia es la que da inicio al declive de esta Ciudad-Estado.
Son 2450 años de diferencia entre la pandemia del Covid-19 y la de fiebre tifoidea que azotó la ciudad donde enseñaron Platón y Aristóteles, pero hay muchas semejanzas con la actual.